En su newsletter “The Imperfectionist”, Oliver Burkeman habla sobre una idea hermosa y poco científica y que define como aliveness, esa sensación de estar realmente vivos, incluso en medio del caos o la tristeza.
No se trata de ser felices, sino de sentir plenamente.
Y en tiempos de inteligencia artificial y eficiencia sin pausa, recordarlo puede ser un acto profundamente humano.